17 de enero al 3 de marzo
![]() |
Daniel Verbis Vida fluida, suerte y muerte 2014 |
Daniel Verbis (León, 1968) es uno de los pintores españoles con un lenguaje más personal en una trayectoria en la que la renovación y la experimentación han marcado un estimulante recorrido. En un incesante juego con el espacio su trabajo ha dado cabida a nuevas formas de expresión al tiempo que incorporaba nuevos materiales.
En esta primera exposición en la galería Pilar Serra, Daniel Verbis despeja cualquier duda que
pudiera tener al respecto de la pintura dando carta de naturaleza a la que él considera su característica
más radical: la ambigüedad. Nos presenta un trabajo sugerente y delicado, creado “bajo el designio
orgánico de encontrar un cuerpo (otro cuerpo, otros cuerpos) pero con la necesidad (geométrica) de la
precisión, de la composición.” Y aunque las imágenes que aparecen “nunca lleguen a reconciliar estos
extremos —el ajuste milimétrico de lo revuelto, la articulación de lo desordenado, el encaje de lo
confuso―, ese empeño imposible, el engranaje de lo real, se manifiesta angustiosamente en el
detenimiento del deseo explosivo de la propia pintura.”
Para Verbis hay dos tipos de pintura que pueden convivir pero que normalmente van por
separado: “Una pintura-fragmento (en donde un detalle se convierte en totalidad) y una pintura-
fragmentos (en donde la totalidad se organiza en función de cada uno de sus detalles). Hay pues una
pintura-paisaje y una pintura-bodegón. Una pintura cuerpo y una pintura inscripción. Una pintura-figura
y una pintura-escritura. Una pintura acción-incisión y una pintura tatuaje-decoración. Una pintura
presencia-tangible, corporal y una pintura ausencia-huella intangible, incorporal. Una pintura tesis
(conceptual, cerebral) y una pintura antítesis (informal, emocional). Hay pintura lógica y pintura
topológica. Pintura muscular hecha de carne y pintura nervio hecha corriente de sangre. Pintura
presentativa y pintura representativa. Pintura animal y pintura racional. Pintura azar y pintura
necesidad. Y en todos los casos, en todas las modalidades hay fluctuación, articulación de una forma
que es su razón de ser-casi, su devenir ser (provisional); en todos los casos hay desplazamiento, inflexión
que vislumbra el encuentro del cuerpo, la herramienta y su herida.”
Como el título de la exposición, SER ANFIBIO (Y MORTAL), parece indicar, “el cuerpo (sin
órganos) que se desplaza por esta pintura-anfibia cuestiona (deconstruye) nuestra condición orgánica y
nuestra organización vertebrada, en definitiva, nuestra (ex)posición (en) vertical. No hay órganos
porque los organismos y las organizaciones son una condición generadora fundamental, el algoritmo de
un gran órgano que lo cubre todo, un nervio desplegado, desdoblado, explanado..., una pantalla, una
En el particular universo de Verbis, “el arte no tiene que ver con ideas preconcebidas, sino que
tiene que ver con cosas que descubre según las va haciendo. Se podría decir que la acción dibuja el
pensamiento y que los mecanismos del aparato creador no pueden segregarse porque los componentes
se convierten en irrelevantes cuando no van perfectamente enlazados.” Verbis parece querer
demostrarnos que “el aparato artístico no se reconoce como tal cuando sus elementos se analizan por
separado y que en la unión de los extremos (de la banda de Moebius) el arte alcanza su identidad.”
Las obras que reúne esta exposición muestran un discurso subjetivo, innovador y diferente,
pero aceptando que “normalmente el arte no va más allá de la presencia, no va más allá de la
aceptación epidérmica de un objeto que, se podría decir, es presencia de un pensamiento torturado, de
un pensamiento trabado, de un pensamiento que en realidad confiesa lo que desconoce.”
No hay comentarios:
Publicar un comentario