Museo Nacional del Prado
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Virgen del Tobed, Jaume Serra |
La incorporación efectiva de este conjunto a los fondos del Museo paliará algunas
de las carencias de esta parte de la colección del Museo y contribuirá a enriquecer y
complementar otros estilos o autores ya representados. Conforme a lo estipulado en
el acuerdo de donación, la colección se expondrá en una sala bajo el nombre “Sala
Várez Fisa”, en reconocimiento a la generosidad de los donantes. La sala estará ubicada
dentro del nuevo emplazamiento de las colecciones de pintura española del Románico
al Renacimiento y su instalación ha sido encomendada por el Real Patronato a Rafael
Moneo, responsable de la ampliación del museo y patrono del mismo. En esta misma
sala se expondrán también el Retablo de San Cristóbal, donado por el patriarca de la
familia José Luis Várez Fisa en 1970, y la tabla de Lluís Borrassá, San Andrés se niega
a adorar a los ídolos, adquirida recientemente por el Estado y procedente de la misma
colección.
Entre las obras donadas destaca sobremanera el panel central del retablo del altar
mayor de la Iglesia de Santa María de Tobed (Zaragoza), La Virgen de Tobed (h. 1359-
1362). Atribuida a Jaume Serra, une a su calidad artística su importancia histórica,
al incluir como donante al futuro Enrique II, el primer rey castellano de la dinastía
Trastamara, que también reinaría en la corona de Aragón desde 1412.
Las tres pinturas románicas de principios del siglo XIII, procedentes de Cataluña
y Castilla, completan una parte de la colección del Prado no suficientemente
representada, en particular en lo que a pintura sobre tabla se refiere. Los dos frontales donados –el de Sollalong (Ripoll) del Maestro de Lluça y el de Arnedillo (La Rioja)-
son de mayor calidad que el frontal de Guils que actualmente guarda el Museo. Por su
parte, la pintura mural de Sant Esteve de Andorra sumará a los ejemplos castellanos de
Maderuelo y San Baudelio de Berlanga de Duero una muestra del románico pirenaico,
inexistente en el Prado.
La pintura italogótica y del gótico internacional es la que más se enriquece. La
aportación más destacada sería la Virgen de Tobed, con representaciones de Enrique de
Trastamara, su mujer y sus hijos, ejemplo relevante del estilo italogótico catalán y obra
capital del conjunto. El retablo del Maestro de Torralba, uno de los artistas del gótico
internacional activos en Aragón a principios del siglo XV, tiene el valor además de
encontrarse prácticamente completo y en buen estado de conservación.
La pintura hispanoflamenca también se fortalece con la incorporación del San
Antonio abad de Joan Reixach, que completa la representación del arte hispanoflamenco
valenciano al sumarse al Tríptico con pasajes de la vida de Cristo de Louis Alincbrot, maestro
brujense afincado en Valencia. El hispanoflamenco consolida asimismo su importancia
con la tabla de Diego de la Cruz, que aporta un ejemplo tardío de uno de los pintores
castellanos más relevantes.
La pintura de los inicios del renacimiento se enriquece con las dos tablas de Pedro
Berruguete de los Padres de la Iglesia, que se suman a las que ya poseía el Prado,
quedando magníficamente representada una faceta muy significativa de la obra del
pintor evocadora de su estancia en Urbino, ausente hasta el momento en el Museo.
La escultura refuerza su presencia con las dos obras que se incorporan. El Retablo de
San Juan Bautista, de los inicios del gótico, debe valorarse por su rareza y su buen estado
de conservación. La Virgen entronizada con el Niño, atribuida a Gil de Siloe, prácticamente
idéntica a la que se conserva en la cartuja de Miraflores, es otra contribución
importante, al ser Siloe uno de los artífices más destacados de la escultura europea del
siglo XV.
El gran artesonado procedente de Valencia de Don Juan (León), de hacia 1350, es una
pieza singular de 11 x 6 metros, que cobijará al resto de las obras donadas por José Luis
Várez Fisa en la sala dedicada a su colección.
Con la aceptación de esta donación el Museo del Prado amplía la selecta nómina de
donantes y legatarios que a lo largo de su casi bicentenaria historia han enriquecido
extraordinariamente los fondos fundacionales de la pinacoteca. El nombre de Várez
Fisa se unirá así por derecho propio a los de Ramón Errazu, Pablo Bosch, Pedro
Fernández Durán, Francesc Cambó y la marquesa de Balboa.
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